01 noviembre, 2019

UN HOMENAJE del '18, traído al '19

https://panahistoria.wordpress.com/2018/11/15/homenaje-a-la-patria-en-sus-115-anos-de-fundacion


CRÓNICA HISTÓRICO-FILATÉLICA.

El día 14 de noviembre, en el marco de los 115 años de la fundación de la República de Panamá, la Dirección General de Correos y Telégrafos, con aportes diversos del Ministerio de la Presidencia, Comisión Nacional de Símbolos de la Nación, el lanzamiento de una emisión postal llamada HOMENAJE A LA PATRIA.


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Arriba, cuadro correspondiente a los sellos postales del Escudo de Armas, que es obra de Nicanor Villalaz Lamela, oriundo de La Villa de Los Santos, y de Max Lemm Bielert, oriundo de Prusia.  A mucha honra, en mi tronco familiar ambas familias se unen.


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Arriba, cuadro correspondiente al Himno Nacional.  El mismo fue obra, en su letra, de Jerónimo Ossa Escobar en 1904, y su música, el compositor fue el español Santos Jorge Amatriaim en 1897 con posterior arreglo de 1905.


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Arriba, cuadro correspondiente a la Bandera Nacional, que fue diseñada por Manuel Encarnación Amador, y que su madrastra, María Ossa de Amador, compró la tela y organizó la confección de las dos primeras banderas.


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Arriba vemos el salón disponiéndose para el acto desde el día anterior.  Abajo, ya decorado y con la Banda Republicana en su puesto.

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Arriba, vista del Salón Bella Vista con los pollerines y listones tricolor con el público asistente antes de iniciar el acto.


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Momentos que el responsable de este blog, Vladimir Berrío-Lemm, quien es Jefe del Servicio Filatélico y Director de la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, que fungió como maestro de ceremonia.


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Arriba, de izquierda a derecha, descendientes de María Ossa de Amador, dado que su hijastro Manuel E. no tuvo descendencia.  Al centro, la bisnieta de Nicanor Villalaz (Colette Sosa de Canavaggio),  la nieta y bisnieto de Max Lemm (Germaine Lemm Ecker y Vladimir Berrío-Lemm); y a la derecha, el descendiente de Santos Jorge, el músico Osvaldo "valo" Jorge.

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Arriba, imagen del estuche de obsequio oficial que se repartió a los descendientes de los símbolos e invitados especiales.

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Arriba, descendientes de Max Lemm Bielert al lado del cuadro, decorado con flores que imitan el tricolor nacional.   Izquierda, Ángel Corro Lemm, su prima Alicia Zurita Lemm, Germaine Lemm Ecker viuda de Zurita, nieta de Max Lemm, y su sobrino Vladimir Berrío-Lemm, bisnieto.


La misma consta de 9 sellos postales, diversos valores y diseños.  Para unir a todos los presentes Correos ordena una ampliación de la emisión que consta en 3 cuadros con viñeta de cartón para firmar.

El acto se realizó en el Salón Bella Vista del histórico Hotel El Panamá y contó con la participación de la Banda Republicana (150 años), el coro de voces de la Red Nacional de Orquestas y Coros de Panamá, el Grupo de Cámara del Benemérito Cuerpo de Bomberos de la República de Panamá y especialmente, descendientes de los autores de los símbolos.

Las palabras de fondo estuvieron a cargo del especialista en historia de la Comisión Nacional de los Símbolos de la Nación, Profesor Rommel Escarreola Palacios.  El Ministerio de la presidencia obsequió un número de colecciones de 7 tomos cada una con obras selectas de Justo Arosemena, el más destacado panameño decimonónico, creador del Estado Soberano de Panamá y considerado constructor de la nacionalidad panameña.

La Banda Republicana entonó la obra tipo paso doble español Agárrate Saxo del compositor Eduardo López Juarranz, seguida de la obra de Eduardo Charpentier Herrera, Ciudad de Panamá.

Por su parte, el Grupo de Cámara de Bomberos dio el telón de fondo a la develación de los cuadros. 
Para la bandera un extracto de la marcha La Bandera Panameña, de Ignacio de J. Valdés, para el escudo un extracto de la Marcha Panamá de Eduardo Maduro y compuesta por Alberto Galimany. 
Para el himno, un extracto de la fanfarria de entrada y el coro del himno nacional.

Cerca de 200 personas pudieron ser parte de este histórico momento que se unieron, como final del acto, a la Banda Republicana, entonando el Himno Nacional.

La emisión postal destacada, así como las que se han hecho durante el año, pueden ser adquiridas escribiendo a ventasfilatelia@correospanama.gob.pa o llamando a +507-512-7660

Para saber más de los símbolos de la nación: www.simbolosdelanacion.gob.pa

22 septiembre, 2019

506 ANIVERSARIO, TOMA DEL MAR DEL SUR













Vasco Núñez de Balboa

Mucho se ha escrito sobre el conjunto de elementos que compone la llegada al Darién colombo-panameño, su cruce hacia el Pacífico y lo que representó tomar posesión de esa masa oceánica. Y todavía se habrá de escribir mucho. A nosotros se nos ha enseñado casi de manera sistemática a repudiar todo lo que suene a español durante el período que va de 1492 a 1550. Se nos ha enseñado que quienes vinieron eran enfermos mentales, asesinos, que vinieron a robar, que fueron unos salvajes comparados con los buenos ingleses…

Es una lástima. Cuando vemos las fuentes que nos hablan de una Historia “negra” de la Conquista de América, inmediatamente creamos otra versión, tan mala como la primera, que se dice Historia “blanca” de la Conquista de América, según hablen bien o mal de los españoles. Y tomamos partido según el veneno o la miel de los educadores que nos endilgaron sus ideas particulares en nuestras mentes, en vez de darnos los datos y dejar que nos formáramos nuestra propia opinión.











Entero postales de Panamá, sobre y tarjeta postal pre-pagadas.


Esto ha ocurrido igualmente con Vasco Núñez de Balboa. Un buen y casi centenario libro es el que escribió Altolaguirre porque tiene la transcripción de cartas, exhortos, reales cédulas y recomendaciones entre los protagonistas cronológicos de la “época balboense”.














Vista de Jerez de los Caballeros, Badajoz, España. 

La historia es una sucesión de hechos demostrables, cronológicamente concatenados, que nos habla de lo que ha ocurrido en el pasado, y gracias a ello podamos imitar y optimizar las cosas buenas, así como evitar, corregir las malas. A nuestra América vinieron “los europeos”, no “los españoles”: españoles, portugueses, franceses, holandeses y finalmente los ingleses. Todos trajeron enfermedades que coadyuvaron a que para 1550 ya hubiera muerto sin el uso de las armas más de la mitad de la población nativa, y que para los Siglos XVIII y XIX, en el norte, casi eliminaron a los millones de indígenas de las regiones boreales de nuestro hermoso continente. Todos mataron, violaron, comerciaron, hicieron trueques, robaron, exploraron, conquistaron, colonizaron, esclavizaron.

Pero los españoles, seguidos por los portugueses, en su mayoría fueron baquianos, personas que decidieron irse a la aventura del Nuevo Mundo para no regresar más a la península ibérica. Los demás fueron despreciables bisoños, personas que decidieron obedecer órdenes o irse a la aventura en el Nuevo Mundo para hacerse rápido de dinero e influencia y rápidamente volver a la península sin importar lo que tuvieron que hacer para lograr sus objetivos. Vasco era a todas luces un baquiano.

Vasco Núñez de Balboa nació en 1475 en la localidad de Jerez de los Caballeros, en la Provincia de Badajoz, en España. Allí está la casa en donde creció, hoy convertida en museo, y un monumento a su memoria. De familia culta, bien colocada, de la baja nobleza pero sin muchos recursos, Vasco recibe una educación más bien militar y semicortesana. Al parecer tenía buen físico, altura más alta que la mediana masculina de la época, y siempre se lo representa y menciona como persona más bien atlética y rubia, fácil de relacionarse e influir en la gente.

Tal vez de 24 años pasó al Nuevo Mundo donde compró y alquiló tierras en la Isla Española, pero no le fue bien y llegó quedar sumido en deudas que le harían sujeto de un juicio de residencia y su repatriación a la Península Ibérica. Probó suerte y se embarcó en el viaje de Rodrigo de Bastidas en 1501 y pudo conocer la navegación, indígenas sin previo trato con los europeos, un río de caudal mayor que los más grandes de España y cómo se daban las órdenes.












Viaje de Bastidas, 1501. Emisión postal 1991.

De vuelta en La Española, su situación fue a peor, lo que le obliga a abordar como polizón el barco de expedición de Diego de Nicuesa en 1510, cuando tenía 35 años, junto a su dogo-lebrel Leoncico. Hallado, ofrece ayuda por conocer las tierras a donde se dirigen, y por ello no es devuelto. Recomienda tomar una orilla distinta a la que se debía en razón del carácter menos feroz de los indígenas. Tocan tierra, batallan con el Cacique Cémaco, venciéndole. Fundan en la población conquistada un puesto de avanzada al que llamaron Santa María de la Antigua del Darién.









La Antigua.

Ocurren problemas de personalidad entre Vasco y la tripulación y el jefe de la misma, todo dentro de un marco circunstancial que le permiten tomar decisiones que la mayoría aceptará, librándose de enemigos potenciales (aunque posteriormente volverían a su vida de un modo destructivo).

La ausencia de alimentos, mujeres y pecunio además del síndrome de desarraigo da rienda suelta en los recién llegados, que cometen desafueron innecesarios con la población local. Estos y posteriores acontecimientos negativos fueron maximizados por Girolamo Benzoni, y morbosamente exagerados por las ilustraciones de Debry.

Conociendo que habían hecho mal, Vasco recomienda un cambio de actitud, y se realiza el primer Cabildo Abierto del Nuevo Mundo, donde se le elige co-Alcalde de La Antigua, pero con libertad de acción como de Gobernador. Inician acercamientos amistosos con los Caciques, y logra grandes resultados, tanto, que incluso se inicia un mestizaje étnico entre los hombres hispanos y las mujeres indígenas. Un amigo, Panquiaco, hijo de otro cacique aliado, le expone tal vez con la esperanza que se vaya de su tierra, que cruzando unas elevaciones y un trayecto de varios días, podría hallar otro mar que en sus orillas alojaba a un pueblo rico, poderoso, que comía en platos de oro, tenía barcos con velas y animales para la carga.

















Panquiaco narra a Núñez de Balboa lo del Mar del Sur. De Bry.

Así fue como un gran número de hispanos al mando de Vasco, y numerosos indígenas “amigos”, partieron en septiembre de 1513 y cruzaron en la peor época del año, por la peor ruta, el Darién panameño, hasta que el 29 de septiembre se pudieron mojar con las aguas de esa nueva masa oceánica que nuestra situación geográfica les hizo ver, indudablemente, al sur.





Emisiones postales, la primera de Estados Unidos, la seunda de la Panama Canal Zone Post Office, y las demás de Panamá.  Se incluye una prueba de impresión de B/1.00 para papel moneda.



Toma del Mar del Sur. Roberto Lewis. Presidencia.

Vasco tenía 38 años cuando reta a quien le impidiera tomar posesión del Mar del Sur y las tierras que bañara sus costas para la Corona de España. Unos pequeños barcos, esquifes de vela, habían sido desarmados y traídos a cuesta en la travesía, fueron rearmados y así también se pudo navegar por primera vez en este nuevo océano.

Informada la Corona tanto de lo bueno como de lo malo que se hablaba de Balboa, se organiza una impresionante expedición oficial con más de 1,500 personas entre cortesanos y de libres profesiones, que hizo presente en nuestro continente por primera vez, toda la presencia española en las tierras continentales o Tierra Firme. Por su lealtad y ferocidad en el cumplimiento del deber se eligió como primer Gobernador de La Antigua y jefe de la expedición a Pedro Arias de Ávila II (apodado el galán pero más frecuentemente furor dominae), quien vino junto con su esposa Isabel de Bobadilla y Peñalosa, las dos personas más influyentes de la Corte. Al Papa se le pidió crear, como en efecto lo hizo, la Dióceses de La Antigua, y se asignó al predicador-confesor de los reyes, Fray Juan de Quevedo, como su primer Obispo.

  

Tarjeta máximo.  Flatau del monumento en los años ‘60s



Postal Flatau de los ‘40s y sobre Smith de los ‘60a

El choque de personalidades no se hace esperar: un Vasco de 39 años y un Arias de cerca de 63 se hizo manifiesto en todas las expresiones imaginables. Doña Isabel y el Obispo intentan denodadamente, al final, con éxito, hacer de estos dos campeones un par de amigos. Tal vez muy en el fondo Arias de Ávila, que formó familia tardíamente (aunque sumaron 9 hijos de los que la mayoría murieron jóvenes y sin descendencia), veía en Vasco al hijo que no le acompañaba, y se inició un período de amistad cuando entre los dos fundaron un puesto de avanzada sobre un sitio indígena llamado Acla en 1515, y poco después se selló con los esponsales entre su hija María de Peñalosa y Balboa, que había sido nombrado Adelantado de la Mar del Sur y Gobernador de ciertas tierras.


Sobre Smith

Los enemigos de Vasco lograron reverdecer la enemistad entre el Gobernador y el Adelantado. Se rumora que Vasco seguía viéndose con la hija de Careta, quien fue su mujer nominal hasta 1518, y esto puede ser cierto por la virulencia con que Pedro Arias decidió juzgar a Vasco, y que ni su esposa ni el Obispo pudieron interceder. Sobre todo Gaspar de Espinosa, quien veía en el Adelantado un obstáculo para poner en práctica sus métodos violentos de exploración, conquista y recaudación de oro entre los indígenas.



















Monumento y Avenida a Balboa, Panamá

Así fue como en enero de 1519, cuando Balboa ya tendría o estaría cerca de sus 44 años, la flor de la vida, fue citado y tratado como un delincuente traidor, no digno de un Juicio de Residencia sino de uno sin posible apelación a La Española, y con los testimonios de quienes lo venían adversando desde 1511 con ciertas o falsas acusaciones, se sentenció a que él y sus seguidores más cercanos y leales, fueran decapitados y sus cabezas colocadas en unas picas, para ser mostradas primero en Acla, y luego en La Antigua, como escarmiento a quienes no obedecieran al representante del Rey.

Al ser La Antigua “la ciudad de Balboa”, Arias de Ávila decidió abandonarla masivamente y cumplir las órdenes de continuar las exploraciones y fundar puestos de avanzada, lo cual llevó a cabo primero con la fundación de Panamá en la población del Cacique Corí. A partir de allí, la historia cambia de héroe y de narración.

Con el tiempo a Vasco se le olvidó, y no fue sino hasta el Siglo XIX cuando empieza a escucharse su apellido nuevamente en Panamá: Puerto de Balboa, y durante el XX: la moneda, una novela, una avenida, un Distrito, un maravilloso monumento, una cerveza, un barrio de Ancón, una Escuela Superior de Estados Unidos, sellos postales, etcétera.

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2013 no vio una emisión postal dedicada al magno acontecimiento.  Se vivió el período de los 3 ministros y 6 directores de Correos, el más inestable y pobre de nuestra historia postal.

Pese a todo, con motivo de la XVII Feria de Colecciones, Correos puso en circulación un sobre conmemorativo con su respectivo sello de goma.

El tiraje fue limitado y su costo de B/1.50

Sólo se vendió en la Feria y se considera que se terminó allí mismo.






Por cierto que este evento ferial estacionario que ha adquirido rango internacional, siempre ha homenajeado la figura de Balboa mediante medallas y los  recuerdos para los participantes.  Aquí unas imágenes que al menos sirven para ejemplificar.  De paso, los diseños de acrílico trasparentes, fueron igualmente empleados por Correos para el sello marcofílico que oficializa la Feria cada año, solo añadiendo en alguna partes PANAMÁ CORREOS.




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Requiescat in pacem, excelsior heros!

30 agosto, 2019

REVISTA CULTURAL LOTERÍA 393 enero-febrero 1993, páginas 77-89
INTRODUCCIÓN A LA FILATELIA
Vladimir  Berrío-Lemm


A mucha honra, uno de los artículos que tuvo página satinada a colores en sus imágenes.  Es la tercera vez que aparecía un artículo filatélico en la Revista Lotería.












15 agosto, 2019

TOMÁS HERRERA, FRANCISCO DE MIRANDA: DOS BANDERAS, UN IDEAL.

Por Vladimir Berrío-Lemm

¿SABEN REALMENTE QUIÉN ERA TOMÁS HERRERA?
Porque es bueno aclarar que más lo conocen en el sur bolivariano que en Panamá, su tierra natal.
Aquí sólo se enseña que él lideró el movimiento de independencia de 1840, en el que se crea EL ESTADO DEL ISTMO, y es cierto. También levantó un pie de defensa en Panamá en 1836-37 cuando el Incidente Russell, cuando la marina de guerra británica bloqueó y amenazó bombardear los puertos de Cartagena, Portobelo y Panamá. También fue Diputado y Gobernador y hasta Senador.  Y también es cierto pero no se enseña.
Cuadro de Martín Tovar que intenta ilustrar el fragor de la Batalla de Ayacucho en aquel diciembre de 1824.
Cuadro de Martín Tovar que intenta ilustrar el fragor de la Batalla de Ayacucho en aquel diciembre de 1824.
Pero además de todo esto, tampoco se enseña que era un jovencito de buena familia acomodada cuando la Independencia de Panamá de España en 1821, y se reclutó de inmediato en el contingente de cerca de 700 panameños entre pardos y blancos del Istmo, que los colombianos que ya estaban en Panamá, entrenaron en 1823 para ir a fortalecer los contingentes para la guerra de independencia de Perú.
Tan entusiasta era el joven Tomás que logró que sus padres pagaran la confección de una bandera primitiva de Colombia (o Gran Colombia si prefieren) que, luego de concluida la batalla de Ayacucho aquel diciembre de 1824, y ya lisiado de un brazo, Tomás sacó y envió al campamento del generalísimo y que fuera izada en la eminencia del Condorcunca, como señal que la batalla finalizó y que el Ejército Unido Libertador había ganado al mando del General Antonio José de Sucre.
Otro cuadro de la Batalla de Ayacucho, 1824, con el Cerro del Condorcunca.
Otro cuadro de la Batalla de Ayacucho, 1824, con el Cerro del Condorcunca.
El Cerro del Condorcunca, circundante lateral de la llanura de Ayacucho, Perú.  Allí se izó la bandera de la victoria del Ejército Unido Libertador.
El Cerro del Condorcunca, circundante lateral de la llanura de Ayacucho, Perú. Allí se izó la bandera de la victoria del Ejército Unido Libertador.
Grabado y agua fuerte que muestra al refuerzo de Panamá con Tomás Herrera a caballo a la extrema izquierda.
Grabado y agua fuerte que muestra al refuerzo de Panamá con Tomás Herrera a caballo a la extrema izquierda.
Por ello, por su valor innegable, por su sacrificio (sería llamado el Manco de Ayacucho) por su don de caballero y fiel creyente del ideal de Bolívar, tiene calles, parques, monumentos y honores en otros países.
He añadido imágenes de la Batalla de Ayacucho en general, una con la vista del Cerro Condorcunca el fondo, una del cerro en sí.

Este sello postal de 1954 muestra a Tomás de Herrera a la derecha, y es un error que circuló.  Miren y verán que le falta el ojo y la ceja izquierda.





¿Saben por qué hago referencia a él?
Porque siendo de esta época habría hecho justicia a la bandera de la patria santeña. Aquí la muestro izada con escolta de riguroso honor y al lado de la bandera nacional, como corresponde en cuanto al protocolo de las banderas.
La bandera que no se parece ni a la colombiana, ni a la venezolana ni a la ecuatoriana. La que diseñó (según se consulta en su diario) el Generalísimo don Francisco de Miranda en 1801, y de la que ya me he referido en otra entrada. La que en la incursión naval de 1806 en Vela de Coro, actual Venezuela, se confeccionó e izó como la que tenemos custodiada en el Museo de la Nacionalidad en la Villa de Los Santos.

Pero no estando Tomás Herrera con nosotros, a todos los panameños nos debe interesar primero que todo, que existe una bandera que es un monumento por sí misma, y que desde 1821 ondea en las azuereñas tierras. En segundo lugar, que por un malentendido divisionismo municipal, pareció quedar relegada a la Villa de Los Santos. En tercer lugar, que hasta 1855 ondeó sobre todo Azuero, y que hoy sólo se conoce en la Villa de Los Santos, de donde hay que reproducirla en peau-de-soie en asta de lujo y ser llevada en romería a caballo y con patrullas y delegaciones municipales para ser entregada a cada Concejo Municipal, a la Gobernación, y a cuanta autoridad pública exista en la región, para ser colocada a la derecha de la bandera nacional según el punto de vista del observador. Como aparece en las otras imágenes que adjunto.
Bandera Histórica, Los Santos, izada por escolta de riguroso honor.
Bandera Histórica, Los Santos, izada por escolta de riguroso honor.
Sólo una ignorancia terrible, un mal entendido entusiasmo deportivo, y ciertamente una más terrible ausencia de divulgación en textos escolares hacen que hoy esta bandera histórica, heroica, monumental y sagrada para el ámbito bolivariano, halla sido mancillada, despreciada y ultrajada al ser inconsultamente elegido un banderín deportivo. Al menos eso parece quedar demostrado con las notas pidiendo cortesía de sala para dar sus puntos de vista a los defensores de la bandera histórica, y que no fueron dejados participar. No soy quien para juzgar ni a personas ni a instituciones, pero a mayor consulta y participación ciudadana, mayor garantía de aceptación de una acción pública.
Manera correcta de izar la Bandera Nacional, primero y a la izquierda del observador, y luego la Bandera Histórica.
Manera correcta de izar la Bandera Nacional, primero y a la izquierda del observador, y luego la Bandera Histórica.
Debería hacerse una labor de respetuosa divulgación para que entonces la población de la provincia, sepan que siempre tuvieron una bandera, y que por una ignorancia que quisiéramos pensar fue inocente, se llevó al sitial de Bandera Provincial a la que sólo debe unir a los santeños cuando hay deporte.
Ahora, que en el extranjero se conoce este terrible atropello, estamos quedando como los incultos, el ridículo continental.
¿Qué dirían los sublevados de Santa Liberata de Las Tablas, los de Pocrí y Pedasí, y sobre todo los de Natá en aquel noviembre de 1821 de saber en qué quedaron sus ideales y sus sacrificios? ¿Qué dirían los independentistas de Panamá, de Veraguas y demás poblaciones? Creo que la vergüenza de saberse olvidados por quienes por tener poder de convocatoria torcieron la historia dejándola postergada en un baúl de inexistencia.
Tal vez yo sea la menos apropiada persona para hablar de esto, y hasta podría ser perjudicial. Pero no puedo guardar un silencio cómplice ante el ultraje de la majestad de la verdad. Y sí, esto que es del pueblo, de allá ‘onde uno, es importante y de la máxima atención nacional.
Ojalá y mi inadecuada voz tenga eco en quienes lean esto, sobre todo los pobladores de la Provincia de Los Santos, aunque debería decirse que de la Península de Azuero toda.
Oh vexillum, hinc usque ad sidera!
¡Oh bandera, de aquí a las estrellas!

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