15 septiembre, 2021

LA PLUMA INVITADA: HISTORIA Y DIDACTICA DE LA QUIMICA A TRAVES DE LA FILATELIA

 

Educación Química

Educación Química

Volume 24, Issue 1, January 2013, Pages 71-78
Educación Química

Historia y didáctica de la Química a través de sellos postales: un ejemplo con Marie CurieHistory and didactics of Chemistry through postage stamps: an example with Marie Curie

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1. Introducción

Los sellos postales (estampillas) y sobres de primer día (SPD) son emitidos para conmemorar acontecimientos e informar y educar al público; de acuerdo con Rappoport (1992), la colección de material filatélico relacionado con la Química permite combinar una afición con un interés profesional; el término “Chemophilately” se refiere al estudio de la Historia de la Química desde la filatelia. Según lo señalado por Chenier (1986), el uso de sellos postales representa una ayuda interesante y valiosa para la enseñanza de la Química; por ejemplo, Schreck y Lang (1985) realizan una introducción a la Química desde la filatelia, García y Salas (2007) una revisión comparativa de la filatelia dedicada a Mendeléiev (1834-1907) y la tabla periódica: Hillger (1999) una descripción del Sistema Internacional de Unidades desde sellos postales; Morgan (2006) la historia del átomo en la filatelia; Norkus, et al., (2007) los símbolos de los elementos químicos en sellos postales, y Kauffman (1990abc) la Historia de los Premios Nobel de Química contada desde la filatelia. Marie Curie (1867-1934) pertenece a ese grupo exclusivo de mujeres cuyo reconocimiento y fama en todo el mundo se han conservado por más de un siglo. Ella representa uno de los principales agentes de la revolución científica que permitió extender la investigación experimental más allá del mundo macroscópico, su trabajo colocó la primera piedra en la interpretación de una nueva disciplina: la radioquímica (Guillaumont, et al., 2011). La revisión de material filatélico en honor de Marie Curie representa una oportunidad para recordar su vida y su obra, y tamtambién puede servir como una herramienta simple de enseñanza para discutir con los estudiantes temas como: radiactividad y sus aplicaciones, propiedades del polonio y del radio, Historia de la Química y su propia biografía.

2. La vida de Marie Curie a través de los sellos postales

Maria Salomea Skłodowska (conocida mundialmente como Marie Curie) nació en Varsovia (Polonia) el 7 de noviembre de 1867. En 1967 Polonia, Alemania, Francia y Mónaco emitieron sellos postales para conmemorar el centenario de su nacimiento (ilustración 1); el sello 2 representa el monumento en su honor y que se encuentra en la ciudad de Varsovia desde 1935.

Ilustración 1

En 1891 Marie Curie se inscribe en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Naturales de la Universidad de La Sorbona (Francia), en 1893 consigue la licenciatura en Física y en 1894 la de Matemáticas; en este mismo año conoce al francés Pierre Curie (1859-1906), profesor de la Escuela de Física, y al año siguiente (en concreto el 25 de julio) se casan (Adloff, 2011). El sello 6 en la Figrue 2 emitido por la República del Chad en 1999 muestra a ambos en su luna de miel (Langevin-Joliot, 2011).

En 1895 el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen (1845-1923) experimentó radiación electromagnética en las longitudes de onda correspondiente a los actualmente llamados rayos X. Röntgen fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1901; el sello 7 (ilustración 2) emitido por Mónaco en 1995 conmemora los 100 años del descubrimiento de los rayos X. En 1896 el físico francés Antoine Henri Becquerel (1852-1908) descubrió la radiactividad espontánea; en concreto, “los rayos Becquerel” se presentaron en la reunión de la Academia de Ciencias de París el 2 de marzo de 1896: “El mineral de uranio emite por sí mismo una radiación penetrante y desconocida, rayos con capacidad de impresionar placas fotográficas y de atravesar papel y metales” (Wróblewski, 2011). Becquerel ganó el Premio Nobel de Física en 1903, el sello 8 (ilustración 2) emitido en 1995 con motivo de los 100 años del testamento de Alfred Nobel (1833-1896) muestra a Becquerel y hace mención a su premio. Marie Curie se interesó en los trabajos de Röntgen y Becquerel, y con la ayuda de su esposo, decidió investigar la naturaleza de las radiaciones que producían las sales de uranio: “De haber continuado su investigación aplicada en propiedades magnéticas del acero templado, su nombre probablemente no fuese tan conocido hoy día” (Wróblewski, 2011). La misma Marie, en una biografía sobre Pierre Curie, escribió: “Pensamos que el tema era bastante nuevo y requería de poca o ninguna investigación bibliográfica” (Adloff, 2011). Marie Curie se preguntó si habría otras sustancias con la capacidad de emitir rayos Becquerel y basó su tesis en la respuesta a esta hipótesis. Para ello, incluyó en sus experimentos dos materiales con alta proporción de uranio: la pechblenda y la calcolita.

Ilustración 2

En 1897, Marie Curie da a luz a una niña a la que llamó Irène, al poco tiempo vuelve a dedicarse a su trabajo, quedando la niña al cuidado del padre de Pierre y de una nodriza polaca (Binda, 2009a). En su primer estudio de la radiactividad, término que propuso por primera vez en 1898, utilizó un preciso y sensible electrómetro de cuarzo piezoeléctrico fabricado por Pierre y su hermano Jacques Curie (1856-1941), para medir corrientes eléctricas de débil intensidad en aire bombardeado con radiaciones de uranio. El sello 5 en la ilustración 1 muestra el laboratorio de los Curie, con detalles como la cámara de ionización y el electrómetro. Luego de arduos experimentos Marie Curie logró reproducir las medidas y demostrar que la intensidad de la radiación de varios minerales de uranio no era proporcional a la cantidad de uranio que contenían, proponiendo la existencia de otras sustancias radiactivas diferentes y de mayor actividad que el uranio (Wróblewski, 2011). Sus estudios la llevan a descubrir la radiactividad del torio, que también fue descubierta de forma independiente por el físico alemán Gerhard Schmidt, quien utilizó un método fotográfico similar al de Becquerel. Marie Curie escribió: “Dos minerales de uranio pechblenda (óxido de uranio) y calcolita (fosfato de cobre y uranio) son más activos que el mismo uranio. Este hecho es muy notable y conduce a la creencia de que estos minerales pueden contener un elemento mucho más activo que el uranio…”; éste fue el primer trabajo de Curie, publicado en abril de 1898; “El resultado de mi trabajo es tan interesante que Pierre Curie dejó a un lado su investigación y se unió a mí en el esfuerzo de extraer y estudiar sustancias radiactivas, escribió más tarde en la introducción de su tesis doctoral en 1903” (Wróblewski, 2011).

2.1. El descubrimiento del polonio y el radio

La investigación de los rayos uránicos se trasladó de la Física a la Química, porque se hizo necesaria la separación e identificación de sustancias con propiedades químicas desconocidas. Por ello, el matrimonio Curie fue asistido por el químico Gustave Bémont (1857-1937) y el 14 de abril de 1898 inician los trabajos con la pechblenda, dos veces y media más activa que el uranio. El 27 de junio Marie Curie precipita sulfuros de una solución que contiene plomo, bismuto y la sustancia activa, el sólido era 300 veces más activo que el uranio. Unos días más tarde, el 18 de julio, Pierre obtuvo un depósito 400 veces más activo que el uranio. Pierre y Marie Curie escriben a la Academia de Ciencias de París: “Una nueva sustancia radiactiva en la pechblenda, creemos que la sustancia que se recuperó contiene un elemento hasta ahora desconocido, similar al bismuto en sus propiedades analíticas. Si la existencia de este nuevo elemento se confirma, se propone que se le nombrase polonio, en honor de la patria de uno de nosotros” (Adloff, 2011). El símbolo Po, escrito por Pierre Curie, aparece en el cuaderno de notas el 13 de julio y según lo expresado por Adloff (2011), el nombre tenía un significado político, porque Polonia había desaparecido como Estado en 1795 y estaba dividido entre Prusia, Rusia y el imperio austriaco.

Los Curie sospechaban de “otro” nuevo elemento radiactivo en la pechblenda y que mostraba un comportamiento similar al del bario; su hipótesis se confirmó en tres pasos: en primer lugar verificaron que el bario “normal” es inactivo. En segundo lugar, encontraron que una sustancia radiactiva podía ser concentrada por cristalización fraccionada desde la pechblenda usando cloruro de bario (la actividad de los cloruros fue 900 veces mayor que la del uranio). Su tercer y último argumento fue decisivo: Eugène Demarçay (1852-1903), una autoridad en espectroscopia de la época, observó en el espectro del “cloruro de bario” varias líneas que no podían ser asignadas a un elemento conocido y cuya intensidad aumentaba con la radiactividad; los Curie concluyeron: “Creemos tener razones para creer que esta sustancia radiactiva contiene un nuevo elemento, al que se propone dar el nombre de radio” (Adloff, 2011). En 1902, el radio fue aislado por Marie Curie y André Debierne (1874-1949) como metal puro mediante la electrólisis de una solución de cloruro de radio y Marie escribió en su cuaderno de notas “Ra = 225,93” (Binda, 2009a). Ahora se sabe que la masa atómica del radio es 226,0254 y que este elemento tiene una actividad un millón de veces superior a la del uranio. Sellos postales relacionados con el radio y el polonio se muestran en la ilustración 3: de Madagascar en 1988 para conmemorar los 90 años del descubrimiento del radio (sello 9); de Polonia en 1992 con el símbolo químico, masa atómica, número atómico y configuración electrónica [Rn]7s2 del radio (sello 10); de Gibraltar en 1994 que hace referencia al descubrimiento del polonio y el radio por Marie Curie (sello 11), y de Portugal, Mónaco y Polonia (sellos 12-14) en 1998 para conmemorar los 100 años del descubrimiento del radio y el polonio. Los sellos 13 y 14 muestran a los esposos Curie y líneas que representan la radiactividad (líneas similares también se observan en el sello 5), en tanto que el sello 4 muestra un recipiente con material radiactivo (ver ilustración 1).

Ilustración 3

2.2. La obtención del Premio Nobel de Física por Marie Curie

Dirigida por el propio Becquerel, el 25 de junio de 1903 Marie Curie defendió su tesis doctoral, titulada “investigaciones sobre las sustancias radiactivas”, ante un tribunal presidido por el físico Gabriel Lippmann (1845-1921). Obtiene el Doctorado en Ciencias Físicas de la Universidad de París recibiendo mención Cum Laude. En ese mismo año, Pierre y Marie Curie comparten el Premio Nobel de Física con el profesor Becquerel, por sus investigaciones sobre la radiactividad; sellos postales relacionados con esta distinción y la defensa doctoral de Marie Curie se recogen en la ilustración 4: el sello 15 emitido por Suecia en 1963 muestra a Becquerel y los esposos Curie en conmemoración de los 60 años de su Premio Nobel; los sellos 16 y 17 emitidos en 2003 por Mónaco y Polonia conmemoran los 100 años del Premio Nobel de los Curie; el sello 18 de Guinea, emitido en 2001 con motivo de los 100 años de los Premios Nobel, muestra a Pierre Curie y hace mención a su premio; como dato curioso, el presidente del tribunal de la tesis doctoral de Marie Curie, Lippmann ganó el Nobel de Física en 1908 (sello 19).

Ilustración 4

Según lo expresado por Binda (2009b), el Premio Nobel de Física acabó con la tranquila y solitaria vida de los Curie: “Pierre alcanzó un alto grado de frustración y agobio. Le molestaban enormemente la publicidad y la intromisión en su vida privada…”; sin duda, el premio facilitó la situación financiera de la pareja y estimuló a las autoridades a nombrar a Pierre como profesor de tiempo completo en La Sorbona. Marie Curie volvió a sus clases de primero y segundo curso de Física en el instituto de Sèvres, donde combinó la resolución de problemas prácticos con el conocimiento de esta ciencia. En diciembre de 1904 da a luz una segunda hija, Ève. En 1905 Pierre pronuncia un discurso en la Academia de Ciencias Suecas, Marie Curie entre la audiencia escucha sobre las enormes posibilidades de aplicación de la radiactividad. Los Curie nunca patentaron su descubrimiento; para ambos, el conocimiento pertenecía a la humanidad y debía beneficiar a todos por igual.

2.3. Un evento inesperado: La muerte de Pierre Curie

A comienzos de 1906, la vida de Marie Curie parecía llegar a un equilibrio emocional; realizaba experimentos relacionados con la radiactividad y pasaba tiempo con Pierre y sus hijas. El jueves 19 de abril, Pierre asistió a una reunión con otros profesores, estaba lloviendo y, al cruzar la calle, sufrió un accidente mortal por un coche de caballos. Murió a la edad de 46 años. Marie no había superado del todo este evento inesperado, cuando el gobierno francés propuso que se concediera a la viuda e hijas del ilustre físico una pensión nacional. Marie la rechazó argumentando que sólo tenía 38 años y podía trabajar para ganarse la vida. El 13 de mayo de 1906, el Consejo de la Facultad de Ciencias le otorgó la Cátedra de Física que había desempeñado Pierre en La Sorbona. Era la primera vez que una mujer tenía esta posición en la enseñanza universitaria francesa. Sellos postales relacionados con Pierre Curie se muestran en la ilustración 5: Yibuti en 1984 conmemora los 125 años del nacimiento de Pierre (sello 20); Mali en 1981 reconoce a Pierre como uno de los pioneros de la radiactividad (sello 21); Bulgaria y Rumania en 1956 emitieron sellos para conmemorar los 50 años de la muerte de Pierre (sellos 22 y 23).

Ilustración 5

En 1906, Andrew Carnegie (1835-1919), magnate americano, envía a Marie 50.000 dólares en bonos de oro para la creación de las becas Curie, que posteriormente darían lugar a la Fundación Curie (Binda, 2009b). En 1910, Marie Curie y André Debierne separan desde varias toneladas de mineral de uranio un producto final que pesaba 2 mg y contenía aproximadamente 0,1 mg de polonio; el espectro de líneas de esta muestra reveló por primera vez unas pocas líneas características del elemento. La asignación del polonio en la tabla periódica no se debe a sus descubridores, pero el nuevo elemento obviamente podría ser colocado a la derecha del bismuto, con número atómico 84 (Adloff, 2011). En 1911, se le encarga a Marie Curie la creación de un patrón internacional del radio. Tiempo más tarde depositaría de la Oficina Internacional de Pesos y Medidas de París un fino tubo con las sales de radio precipitado (Binda, 2009b).

2.4. La obtención del Premio Nobel de Química por Marie Curie

En 1911, la Academia Sueca de Ciencias informó a Marie Curie que se le había concedido el Premio Nobel de Química en reconocimiento por “sus servicios en el avance de la Química con el descubrimiento del radio y el polonio, la purificación del radio y sus compuestos”; los sellos postales de la ilustración 6 hacen referencia a dicho galardón: Polonia en 1951 y Suecia en 1971 para conmemorar el aniversario 40 y 60, respectivamente (sellos 24 y 25); Gambia en 1995 en los 100 años del testamento de Alfred Nobel, hace referencia al citado premio (sello 26) y Camerún en 1986 en conmemoración de los 80 años de la muerte de Pierre Curie (sello 27), muestra el símbolo químico y número atómico del radio y del polonio que fueron el motivo del premio.

Ilustración 6

Marie Curie fue la primera persona en ganar dos veces el Premio Nobel, Física en 1903 y Química en 1911, logro alcanzado más tarde por Linus Carl Pauling (1901-1994), que ganó el de Química en 1954 y de la Paz en 1962, John Bardeen (1908-1991) que ganó el de Física en dos ocasiones, 1956 y 1972 y, finalmente, Frederick Sanger (nacido en 1918), ganó el de Química en 1958 y en 1980. Los sellos 28 y 29 (ilustración 7) emitidos por Polonia en 1982 y 1967 hacen referencia, en un mismo sello, a los dos Premios Nobel ganados por Marie Curie.

Ilustración 7

2.5. El impacto de Marie Curie en la Medicina

La mayoría de los países europeos comenzaron a crear Institutos del Radio. En 1913, Marie Curie aceptó la dirección del Instituto del Radio de Varsovia. La colaboración más directa de Marie con la Medicina no implica el uso del radio, sino de los rayos X: durante la Primera Guerra Mundial se dio cuenta de la enorme utilidad de llevar equipos móviles al frente para determinar la ubicación de las balas en los heridos y la gravedad de las fracturas ocasionadas por la metralla, facilitando el acto quirúrgico (Langevin-Joliot, 2011). En 1921, contribuyó en la creación de la Fundación Curie para Radioterapia y se dedicó al estudio de la aplicación del radio en la cura del cáncer; los sellos postales de la ilustración 8 hacen referencia al impacto de Marie Curie en la Medicina: India en 1968 en conmemoración de los 70 años del descubrimiento del radio (sello 30) muestra a Marie Curie y un paciente recibiendo radiación; la República Centroafricana, también en 1968, muestra a Marie Curie como pionera en el tratamiento del cáncer (sello 31); la imagen de Pierre y Marie Curie con un tubo que contiene radio fue usada por varios países para el beneficio de una campaña internacional contra el cáncer (sellos 32-35), emitidos en 1938 en conmemoración de los 40 años del descubrimiento del radio.

Ilustración 8

2.6. Marie Curie, una mujer de ciencia con repercusión en la sociedad

Según Langevin-Joliot (2011), entre los muchos eventos que contribuyeron a la vida pública de Marie Curie fue la entrevista que le realizó Marie Mattingly Meloney (1878-1943): editora de una revista para mujeres en los Estados Unidos, “Esta mujer organizó una campaña entre las mujeres estadounidenses para ofrecer un gramo de radio a Marie Curie”. En 1921 Marie viajó a Estados Unidos y visitó varias universidades, en las que le fueron otorgados honores, medallas y títulos académicos. La gira terminó el 20 de mayo en la Casa Blanca donde recibió el gramo de radio de manos del presidente Warren Gamaliel Harding (1865-1923). Boudia (2011) resalta la importancia de Marie Curie, como mujer de ciencia y su impacto en la sociedad y el género femenino: “Es interesante recordar el gran número de investigadoras que han trabajado con Marie Curie, y considerar su papel inspirador y alentador, para que las mujeres inicien una carrera científica a pesar de las dificultades y perjuicios de la época”. Los sellos postales de la ilustración 9 muestran a Marie Curie, una mujer de ciencia y sociedad: Cuba en 1994 muestra a Marie Curie como una celebridad científica (sello 36); Nicaragua en 1996 en una serie postal de mujeres famosas (sello 37) y Liberia en 1975 en conmemoración del Año Internacional de la Mujer (sello 38).

Ilustración 9

2.7. Los últimos años de Marie Curie

En los últimos años de su vida Marie Curie dirigió el Instituto del Radio y compartió los progresos científicos de Irène Curie (1897-1956) y de su esposo Frédéric Joliot (1900-1958) en el descubrimiento de la radiactividad artificial, lo que hizo merecedor al matrimonio del Premio Nobel de Química en 1935. Los sellos postales 39 y 40 emitidos por Francia en 1982 y Mauritania en 1977 muestran a los esposos Joliot-Curie con unos diagramas de radiación y una mención al Premio Nobel conseguido (ilustración 10).

Ilustración 10

Su hija Ève, pianista y reportera, trabajó para los aliados durante la Segunda Guerra Mundial y fue autora de la famosa biografía de Marie Curie. Aquí se recoge un fragmento de la parte final: “El viernes, día 6 de julio de 1934, a mediodía, sin discursos, sin cortejo, sin un político, sin un elemento oficial, la señora Curie toma modestamente su plaza en la morada de los muertos. Se la entierra en el cementerio de Sceaux, ante sus íntimos, ante sus amigos y los colaboradores, que la querían. Su ataúd queda depositado encima del de Pierre Curie …La lápida mortuoria se enriquece con una nueva mención: MARÍA CURIE-SKLODOWSKA 1867-1934” (Curie, 1938); los sellos postales de la ilustración 11 recuerdan el aniversario de la muerte de Marie Curie: Dahomey (hoy día integrado en Benín) en 1974, el aniversario 40 (sello 41); Yibuti y Corea del Norte en 1984, el aniversario 50 (sellos 42 y 43).

Ilustración 11

2.8. Marie Curie y el Año Internacional de la Química

En 2011 se celebró el Año Internacional de la Química; los sellos de la ilustración 12 hacen referencia a este evento que, como se dijo anteriormente, también conmemoraba los 100 años del Premio Nobel de Química de Marie Curie: sello 44, España en SPD muestra el símbolo químico del polonio y del radio (Pinto, 2011); los sellos 45 y 46 en hoja filatélica, diseño compartido por Polonia y Suecia, muestran a Marie Curie, material radiactivo y la medalla del Premio Nobel de Química en 1911.

Ilustración 12

3. Identificación de los sellos postales recogidos en este trabajo

El “catálogo Scott” de sellos postales es una publicación de la empresa Scott Publishing Co, que recoge los sellos emitidos a nivel mundial. En la tabla 1 se muestra la identificación de los sellos ilustrados en este artículo.

Tabla 1. Identificación de los sellos ilustrados en el presente trabajo.

Sello No.PaísAño de emisiónScott N°.Sello No.PaísAño de emisiónScott N°.
1Polonia1967151824Polonia1951512
2Polonia1967151925Suecia1971911
3Alemania196793726Gambia19951635a
4Francia1967119527Camerún1986C336
5Mónaco196767328Polonia19822519
6República del Chad1999807h29Polonia19671520
7Mónaco1995198130India1968476
8Maldivas19952117d31RepúblicaCentroafricana1968C57
9Madagascar198885232Cuba1938B1
10Polonia1992308233Togo1938B1
11Gibraltar199465434Francia1938B76
12Portugal1998224535Afganistán1938RA2
13Mónaco1998207236Cuba19943581
14Polonia1998341737Nicaragua19962164d
15Suecia196363838Liberia1975697
16Mónaco2003230639Francia19821838
17Polonia2003370640Mauritania1977359
18Guinea2001213441Dahomey(hoy día integrado en Benín)1974C202
19Guinea20012128d42Yibuti1984589
20Yibuti198458843Corea del Norte19842423
21Malí198142444España (SPD)2011No identificado
22Bulgaria195695745Polonia2011
23Rumania1956115646Suecia2011

4. Comentario final

La filatelia es un arte que nos permite profundizar en diversos temas; en este artículo se han usado 46 sellos postales para realizar una biografía descriptiva de Marie Curie. Discutir filatelia en el aula de clase, involucrando científicos e historia puede aumentar el entusiasmo de los estudiantes hacia la Química; en este caso, la amplia cobertura filatélica dedicada a Marie Curie permite discutir y profundizar en la importancia de temas como la radiactividad y en sus logros científicos.

El uso de material filatélico con fines pedagógicos es la combinación de un arte y un interés profesional, en una herramienta educativa que se puede enfocar a diferentes disciplinas del conocimiento

Referencias

16 agosto, 2021

LA PLUMA INVITADA. AMOR POR LOS SELLOS

Amor por los sellos significa filatelia

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La intención con esta entrada filatélica es la de entreabrir en este blog una puerta al honorable mundo del sello, para que cualquier lector curioso se asome por ella, y encuentre su personal regalo de Reyes en sellos y lectura, sobre curiosidades y mixtificaciones personales  de este antaño aficionado, reconquistado hace pocos días por el clamor y la droga de los sellos.

 

 

Los sellos son los bonsáis de la pintura 

Los sellos y los reyes siempre se han llevado bien, cuestión de costumbres y espacios simbólicos compartidos. Incluso los otros reyes, los Magos, también resultaron -para mi generación- grandes promotores filatélicos. A numerosos adolescentes tiernos y aplicados del tardofranquismo, nos regalaban por Reyes –entre otras cosas- raras exquisiteces de filatelia. Y no era de extrañar que su compra se reservase para acontecimientos especiales, ya que sus altos precios los hacían un tanto inaccesibles.

 

Recuerdo con auténtica devoción el flamante álbum de sellos azul marino con letras doradas, y su distinguido estuche gris plata, que encontré en el salón aquella mañana de reyes de mi tardía infancia; aunque lo que a mí realmente me fascinó del regalo, fueron los tubitos dorados interiores del álbum, por los que pasaban los orificios de las hojas de sellos, y que se cerraban con dos tornillos dorados, de cabeza ancha. Era tal vez el mecanismo más sofisticado –entre los de mi propiedad- que yo había manejado nunca. Hasta entonces, no había tenido la sensación de atornillar páginas a ninguna parte, y menos aún con tan nobles materiales.

 Para comenzar este paseo filatélico de Epifanía, quiero compartir con los lectores unos deliciosos sellitos, con los que no he podido dejar de regocijarme ante su encuentro. Se trata de una serie de sellos portugueses de pequeño formato (como la mayoría de los sellos alemanes, franceses o ingleses, que circulaban por esos países durante los años 60 y 70), editados a dos tintas, con una exquisita combinación de colores que convierte a estos sellitos -como de juguete- en alhajas filatélicas. El estilo primitivo del trazo medieval del caballero ecuestre blandiendo al cielo su espada, dentro de una flexible armadura y casco casi de buzo, le insufla un aire de muñequito o juguete, en la que colabora el colorista tratamiento de la serie.

 

 

Se publican sellos para conmemorar eventos, resaltar valores filantrópicos, proyectos humanistas, avances  científicos, hitos deportivos…, al dictado de los criterios políticos, sociales o morales de los Gobiernos; por eso se editan tantos sellos de Jefes de Estado, para implantarlos o consolidarlos como símbolos máximos de la Nación. Las Fábricas Nacionales de Timbrado trabajan para estampar y distribuir la imagen institucional del Estado.

 La idealización filatélica corrige la realidad hasta un punto preocupante. Gracias a la nobleza que otorga la rica tradición iconográfica y tipográfica de los sellos, todos los tiranos o dictadores que han alcanzado el Poder derrocando a un régimen democrático, dando  un golpe de Estado, o habiendo consumado un magnicidio, han pasado a la Historia con un aspecto digno, a pesar de sus felonías. Y si bien es cierto que no todos los políticos acceden a sus cargos por tan siniestra vía, ni deben ser tachados de malhechores, por el simple hecho de serlo, este desdén o desconfianza hacia los poderosos, puede ser que nos venga a los que fuimos -durante el franquismo- practicantes de la correspondencia epistolar (y, por tanto, consumidores de sellos). Quedamos traumatizados por el bochorno que -aún hoy- sentimos, de haber recopilado en nuestros clasificadores un extenso surtido de sellos del dictador, que eran los que llegaban mayoritariamente en las cartas.

En el planeta del sello el mundo aparece retratado mucho más perfecto de lo que merece. Y esta fue en cierto modo la causa por la que me aparté -tras una gloriosa etapa de diez años- del coleccionismo filatélico: porque, en el fondo, coleccionar sellos resultaba un tanto reaccionario para un universitario en trance de convertirse en revolucionario. Sin embargo, pasados los años, la elegancia idealizada de la estética y retórica filatélica, con la que me he vuelto a encontrar hace unos días al abrir mi clasificador de sellos, ha logrado que éstos graviten de nuevo en el centro de mi vida, gracias a todos los recuerdos que ha avivado su mera contemplación y presencia. 

  

Del poder político del sello

Los sellos, al contener ideología y estar conectados con la actualidad, comparten cualidades de género con la prensa, con la que también les relaciona su común iconoclastia. La elección y el tratamiento de un acontecimiento que se destaca de la actualidad y la noticia, pueden dar pie a la polémica. La forma de suministrar la información al público siempre es propaganda, o así es considerada por el adversario político.

 

 

Tres simples sellos de correos ilustran mucho mejor que trescientas páginas de una tesis doctoral, la rápida itinerancia que recorrió la corona de Inglaterra por tres cabezas distintas de la misma familia Windsor, en un periodo de apenas 17 años. Aunque Eduardo VIII (posteriormente conocido como el Duque de Windsor) no llegó a ser coronado en los apenas once meses que fue Rey de Inglaterra, sí le dio tiempo a ser estampado como rey en la legitimidad que otorgan los sellos de Correos (el Postage Revenue, que así llaman los ingleses, al Organismo Público de Correos). 

 Tampoco pasa desapercibido, cómo la retórica filatélica trató el símbolo de la monarquía -la corona- de formas diferentes en cada uno de los tres sellos. El sello con la efigie del nuevo Rey Eduardo VIII muestra a un monarca joven, apuesto y soltero, bajo una corona –gráfica- de Inglaterra, custodiado por cuatro emblemas de heráldica vegetal. Resulta el más elegante de los tres. Su sucesor, su hermano Jorge VI (que era tartamudo, además de haber sido Duque de York, antes que Rey) aparece en un real sello -de formato apaisado- junto a su esposa la reina Elizabeth; en esta ocasión lucen dos coronas en el sello: una, que también se representa gráficamente, y se sitúa en el centro entre los dos cónyuges (como si el reinado fuese cosa de ambos); y la segunda corona -fotográfica- la lleva en su cabeza la reina consorte. Con subliminal intención, se pretendía transmitir la mayor estabilidad de la Real pareja, frente a un rey díscolo y libertino, asilvestrado en el lujo y los placeres, quien, además, había manifestado públicamente sus simpatías por los nazis.

 Por su parte, la joven Isabel II, posa para el sello en un ángulo de tres cuartos, con su testa cercada por la corona real de Inglaterra, por lo que resulta más disfrazada que los anteriores monarcas en sus respectivos sellos. Aunque la nueva reina fuera mujer, joven, recién casada, y le pillase un tanto de sorpresa su ascenso al trono a los 25 años, se la presentó filatélicamente con la mayor autoridad de los tres monarcas: tío, padre e hija. En sus cíclicas reediciones postales la reina Isabel II no ha dejado de posar con su cabeza tocada por la corona real.

 

     

 Otra de las pruebas del poder político del sello es, el conflicto internacional que se originó entre Inglaterra y España por la emisión de dos sellos españoles con el británico peñón de Gibraltar como motivo, emitidos el patriótico día del 18 de Julio (fecha de inicio del Alzamiento de Franco), bajo el lema: “Pro-Trabajadores de Gibraltar”. El Foreign Office británico protestó ante su homónimo español, por el agravio cometido contra la soberanía británica del peñón de Gibraltar, con la emisión de esta pareja de sellos, a la par que solicitaba su retirada de circulación. El sello magenta de Gibraltar no llegó a retirarse de circulación, bien al contrario, se convirtió en uno de los de mayor popularidad y consumo de aquellos años. Su tarifa coincidía -deliberadamente- con la de los envíos de cartas al territorio nacional, lo que hizo que millones de hogares españoles vieran reiteradamente ese sello en la intimidad de sus casas, como si se tratara de un anuncio de la tele.

  

Los sellos encadenan a las colonias

Los sellos son una forma de ratificar las posesiones territoriales. Aquello que se retrata en un sello, es propiedad de quien lo emite. De ahí que las últimas colonias africanas que tuvo España en Marruecos -Ifni y el Sahara occidental- así como Guinea Ecuatorial y Rio Muni, motivaran unas generosas y habituales emisiones de sellos españoles durante los pocos años que formaron parte de nuestra historia.

 

 

En los sellos coloniales del pasado siglo, los buques seguían siendo un gran emblema filatélico. No se puede fundar un Imperio marítimo sin una flota que lo garantice, los paquebotes eran las cadenas que unían a las colonias con sus metrópolis. Los buques no sólo transportaban tropas o pasajeros, sino también mercancías. En sus viajes de ida iban cargados con todo lo que íbamos a venderles, y en el de vuelta se transportaban las riquezas naturales que esa provincia española ultramarina producía para España. En los sellos de Correos de la época se reproduce toda esta épica industrial, que ilustra a la perfección el mecanismo económico del sistema capitalista.

Aunque de todos los emblemas elegidos para representar al Sahara Español en los sellos, el más recurrente (a la par que el más eficaz, por su exotismo) fue el camello. Seleccionamos sellos correspondientes al “camello radiofónico”, transmitiendo para las ondas, desde la arena viva del desierto; a “la pareja de camellos libres” de montura, oteando la duna para elegir el lugar de holganza; y al “camello industrial” en plena jornada laboral, bajo las torres de alumbramientos de agua.

 

 

Además de suministrar la propaganda oficial del Estado para las colonias, a veces, la Fábrica Nacional de Moneda y timbre (FNMT), se ocupaba de atender a sus obligaciones para con la Ciencia. Como sucedió en América con la famosa Expedición Malaespina (auspiciada por el ilustrado rey español Carlos III), la exótica flora y fauna sahariana -amén de la guineana- fueron inventariadas en esas décadas, a través de algunos de los sellos más hermosos y conmovedores de la historia de la filatelia española. Cáctus, piñas, mariposas, zorros, tortugas, antílopes, y hasta escarabajos, se instalaron en el paisaje de papel del sello español. Hay que valorar el tratamiento monocolor intenso de cada una de estas estampillas, lo que les otorga una categoría más gráfica que fotográfica, que suele ser una de las señas de identidad del mejor sello clásico.

 

          

 

También se editaron sellos de Ifni para conmemorar el IV centenario de León el africano, un culto e influyente personaje histórico, de origen magrebí, que se convirtió en un gran viajero -además de al cristianismo- y que resultó un gran divulgador de las civilizaciones del desierto, con sus estudios y sus libros publicados en Italia, donde se estableció profesionalmente, llegando a alcanzar un reputado prestigio como humanista y traductor.  

 

Otras tiradas de sellos predicaban las bondades de la educación conjunta de blancos y negros; cada año se editaban sellos en pro de la infancia… Por otra parte, funcionaba el sello benéfico, cuya tarifa se dedicaba en su mayoría a los damnificados por alguna catástrofe natural, como las famosas inundaciones de la década del 50, tanto de Sevilla como de Valencia. Estos sellos de “Pro-Barcelona”,“Ayuda a Sevilla” o “Ayuda a Valencia” (que fueron las capitales de dos reinos musulmanes importantes, durante la gloriosa era de Al-Andalus). Estos se llos “Pro-Barcelona”, “Ayuda a Valencia” o “Ayuda a Sevilla” sirvieron para acuñar la estética orientalista como representación idealizada de las relaciones hispano árabes, a través de La Giralda, la Torre del Oro o la Alhambra.

 

Se hace lícito recordar en este contexto, una anterior “edad de oro” del sello benéfico, la vivida, precisamente en el Protectorado Español de Marruecos, donde se emitieron tiradas de sellos con una “sobretasa patriótica”. De las 2’25 pesetas que costaban estos sellos “sólo 25 cts serán destinados a satisfacer el pago de las tarifas postales vigentes y con el resto (2 ptas) se contribuirá a paliar los gastos de la sublevación.”, informa José María Hernández Ramos en su artículo “Marruedos desconocido (Hace 60 años)”, publicado en el número 7 de El Correo del Estrecho, Boletín de la Agrupación Filatélica de Ceuta, en julio de 1996.  

 

 

Aunque todos los sellos comentados hasta ahora, pertenezcan a la modestísima colección de mi familia, no me puedo resistir a traer hasta este rincón colonial hispano africano, copia de los exóticos sellos dedicados por la ciudad española de Fernando Poo (capital de Guinea Ecuatorial, la actual Malabo) al tema de la zoología marina, siendo los primeros en incorporar ballenas a los sellos españoles. La serie se componía de dos parejas: una ilustrada con un emblema estilizado, diríase de “ballena alegre”, propio de la editorial juvenil de los 60, del mismo nombre; y la otra, una noble estampilla que podría haber pintado un discípulo de Delacroix, ilustrando una edición de Moby Dick, de Herman Melville. El humor estilizado de la primera y el dramatismo realista de la segunda, no deben hacernos perder de vista la originalidad del tema de la pesca ballenera en el ámbito del sello español.

 

La cartografía y la heráldica tradicional, también fueron recursos iconográficos habituales en los sellos que se editaron en esas décadas interiores del franquismo. Los escudos de la provincia, los trajes regionales, sus monumentos o personajes históricos más genuinos… también sirvieron para incorporar a las colonias africanas -como una provincia más- a las series de sellos nacionales que trataban, periódicamente, temas tan idiosincráticos.

 

 

El sello talismán

 


Cuando me pregunté a mí mismo cuál podría considerar el sello más hermoso de mi humilde colección, terminé decantándome por este sello blanco yugoslavo (editado en un considerable formato para la época), por ser todo un poema visual al vacío y al movimiento. Este sello dedicado a la infancia (en colaboración con UNICEF), reproduce una espléndida maternidad esculpida por el prestigioso y afamado escultor croata modernista Frano Krsinic, que se convirtió en uno  de los más reputados escultores del Art-Decó europeo. Su pasión por el desnudo femenino y la experiencia de la maternidad, devino en tema cíclico y primordial de su obra. Sus mujeres respiran la misma libertad sexual de los desnudos femeninos de la pintura de Tamara de Lempicka; pero, además, sonríen, meditan, descansan, toman el sol, juegan con sus niños, y desean el regreso de sus amantes. El sutil cincel de Krsinic logra que el mármol blanco respire, viva, se mueva, sienta y se emocione.

 

Hay en el lenguaje del sello un misterioso elemento que multiplica su poder evocativo, el de la armonía que, a veces, se logra entre tema, imagen, tipografía, color, textura y hasta gramaje. Cuando se alcanza ese estado de gracia, el sello se torna música y aroma, memoria y tiempo, talismán derramando su magia y acrecentando su enigma. Y como, además, el sello es un objeto físico que puede tocarse, usarse, guardarse, y hasta lamerse, nuestra relación con los sellos termina resultando corporal, algo que no nos sucede con la literatura ni con el arte. Por esta razón -y no por otra- resulta tan fácil enamorarse del mundo de los sellos.

 

(Continuará)  

 

 

FE DE MANIPULACIÓN DE IMAGEN:

Atraídos por la dinámica y orgánica composición en “U” de la escultura de Krsinic (y teniendo en cuenta que el sello se reproduce completo en la cabecera de esta entrada) nos hemos tomado la libertad (valiéndonos de los lazos mágicos de photoshop) de hacer desaparecer el logotipo de UNICEF, para potenciar el balanceo con el vacío que establece la escultura en el espacio.

Mientras la exquisita y personalísima tipografía del sello -con el nombre de la federación yugoslava- funciona como un magnífico pedestal tipográfico de la escultura; a nuestro parecer, el logotipo de UNICEF obstaculiza visualmente -como una cuña- el hipotético movimiento de esta cuna de mármol que forman la figura de madre e hijo. Planteamos así una hipótesis visual de la plenitud dinámica que podría haberse alcanzado en el mismo sello. Por último, y de paso, hemos borrado –también a lazo- alguna huella de suciedad dejada por el paso del tiempo.

 

LA PLUMA INVITADA: El coleccionismo de sellos vive su propia revolución digital

 

La filatelia apuesta por las nuevas tecnologías, como la realidad aumentada, para adaptar su sector al siglo XXI y acercar una actividad más que centenaria al público joven

JORGE G. GARCÍA

Cargados con álbumes, lupa en mano y una edad más que respetable a sus espaldas. Una imagen que a cualquiera le viene a la cabeza al escuchar la palabra filatélico. Pero aquello de que las apariencias engañan se cumple a la perfección. Es el encanto de los trampantojos. A primera vista dan una impresión que cambia casi por completo al llegar hasta el fondo. El coleccionismo de sellos ha encontrado en las nuevas tecnologías el aliado idóneo para jugar con todos a las falsas impresiones. La revolución digital que vive le permite adaptarse a los cambios frenéticos de la sociedad del siglo XXI y, al mismo tiempo, acercarse a un público más joven.

Una carta sin sello resulta inconcebible. El problema para este pequeño elemento rectangular es que la correspondencia física ha bajado exponencialmente con el paso de los años. Su mejor salvavidas ha sido transformarse en elemento de colección. En España, por ejemplo, conviven unos 400.000 filatélicos. “Nuestra baza es dar un valor añadido al sello, que sea diferente. Que le guste a más gente que solo a los coleccionistas. Por eso, la tecnología nos ha ayudado a crear algunos completamente innovadores”, razona Modesto Fraguas, director de filatelia de Correos. Ya no vale con un dibujo bonito, sino que necesita trascender el propio papel.

La realidad aumentada ha tenido un impacto determinante en las series para coleccionistas. Aparte de llamar la atención, los mensajes entre lo real y lo virtual se entremezclan a través de un teléfono móvil. Como explica Fraguas, el primero que empleó esta tecnología en España fue de un emoticono que incluía un código QR para descargar la app que permitía ver más sellos diseñados con la misma técnica. “Los contenidos adicionales pueden ser desde tutoriales que cuentan cómo se ha montado un sello en papiroflexia hasta una animación que contextualiza la imagen que aparece de El Greco”, añade.

Nunca antes ocho centímetros cuadrados tuvieron tantas posibilidades. Los filatélicos tienen que estar literalmente con todos los sentidos puestos para aumentar su colección. Correos elaboró, en colaboración con el chef Ferran Adrià, una serie de sellos con aroma y sabor a almendra, en recuerdo al ajoblanco, como homenaje a la gastronomía española. “Habría sido imposible sin las mejoras técnicas actuales y sin sistemas de impresión digital. Está claro que aumenta su precio, pero también que no cuesta lo mismo incorporar unas semillas a un sello”, sostiene Fraguas. Está claro que lo de los trampantojos se lo han tomado realmente en serio en la filatelia.

Los sellos también entienden de 3D

En el afán por conectar con un público más joven, los sellos en tres dimensiones se han convertido en una especie de reclamo. A veces no será tan fácil contemplarlos sin más. Gafas en ristre, el dinosaurio impreso cobra vida casi al instante como si saliera de Parque Jurásico. Si optamos por una opción más sencilla, solo con girarlo y modificando el ángulo de visión, Han Solo cambiará de acompañante en el mismo trozo de papel. “Jugamos con diferentes efectos y la profundidad de campo gracias a que los imprimimos en 3D. Se trata de modernizar el sector e innovar tanto en temáticas como en técnicas de impresión”, asegura el director de filatelia de Correos.

Pese a ser un mercado más que maduro, continúa despertando cierto interés. Según expone Fraguas, al año emiten unos 90 sellos, pero se les acumulan hasta 600 peticiones de instituciones para dejar su impronta filatélica. Uno de los valores más importantes para los coleccionistas es el poso de historia detrás de su afición. Recoge la evolución de un país. “Es el testimonio de una sociedad en un tiempo determinado. Al principio solo se imprimían monarcas, pero ahora ya hablamos de Harry Potter, Star Wars o gastronomía. Lo que hagamos tiene que estar sintonía con la época que nos toque vivir”, concluye.

Correos ha incorporado las nuevas tecnologías a un elemento que parece alejado de la disrupción. Son conscientes de que, sin aplicarlas correctamente, el futuro de la filatelia, pese a los 60 millones de coleccionistas mundiales, puede no ser el deseado aun siendo un negocio consolidado. La innovación en los sellos no es precisamente un juego de falsas apariencias. Conviene revisar la percepción y observarlos como un elemento más de la revolución digital.

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