DIARIO DE LA NACIÓN,
COSTA RICA
Las
estampillas que llegaron más lejos
En el Mundial de Filatelia de este
año, Álvaro Castro Harrigan ganó uno de los tres primeros
lugares con su “Colección Panamá” en la categoría élite, un logro jamás
conseguido por un costarricense
La vida tiene estos
guiños de ironía: Álvaro Castro Harrigan fue notificado de su éxito en el
Mundial de Filatelia Corea del Sur 2014, mediante un correo electrónico..., el
medio responsable de que hoy en día se escriban menos cartas y, por
consiguiente, se utilicen menos estampillas.
“No sé qué vamos a
coleccionar en un tiempo... ¡Será que tendremos que recortar los mails!,
apuntó Castro.
Algo sabe del tema: es
filatelista desde los 7 años y en el Mundial de Filatelia, celebrado este año
en Corea del Sur ( PhilaKorea 2014 ) llegó a ser
candidato del Gran Premio de Honor de la categoría Élite, el máximo nivel del
certamen.
Castro Harrigan compitió
con su colección “Primera Emisión de Panamá como estado de Colombia.
Otras 11 colecciones
participaron en esa categoría.
El Mundial se “jugó”
–por decirlo de alguna manera– en Seúl, la capital de ese gigante asiático, del
7 al 12 de agosto.
“Cuando anunciaron que
Álvaro estaba entre los finalistas... Usted no sabe lo que sentí, ¡fue una
emoción tan grande! Es que ningún tico había llegado tan alto”, explica el
comisionado Enrique Bialikiamen, otro avezado filatelista.
“Perdimos por muy
poquito, ganó la Colección de Siam.
Él fue el encargado de
dar el aviso, por medio del correo electrónico acerca del logro costarricense
en el torneo surcoreano.
Además, Bialikiamen fue
el responsable de la delicada tarea de llevar, presentar y regresar con bien la
colección de Castro Harrigan.
Los campeonatos
mundiales se realizan una vez al año (a veces dos) y para llegar a ellos se
debe cumplir un requisito: haber ganado en el país de origen al menos una
medalla Vermeil Grande (una aleación de oro y plata).
“Esa medalla es lo que
da el chance de salir e ir a exponer en otros países”, apuntó Castro.
Sin embargo, para
participar en la clase en la que el costarricense concursó, la colección debe
ostentar tres medallas de Oro Grande (el máximo galardón). La “Panamá” de
Castro Harrigan ganó sus respectivas preseas en Rusia 2007, Finlandia 2009 y
Portugal 2010.
“Una colección de este
nivel no se hace en dos, tres años; lleva tiempo, estudio y dedicación, puede
tardar hasta 30 años en formarse”, explicó Juan Reynoso, presente en la
entrevista y juez internacional.
Bialikiamen – quien como
Reynoso es juez internacional– ratifica el trabajo que lleva formar este tipo
de colección: “¿Cuánto tuvo que leer? ¿Cuántas referencias tuvo que consultar?
¿Cuántas discusiones tuvo que tener con otros filatelistas”. No se hace de la
noche a la mañana. No.
“Es una satisfacción muy
grande porque no se hace de la noche a la mañana”, insistió Bialikiamen.
Más allá del nombre
Un filatelista sin sus
estampillas, se aburre. Así de sencillo.
Álvaro Castro empezó su
colección ganadora para escapar del hastío, cuando años atrás viajó a Panamá
por razones laborales.
“Entonces me metí a un
club de estampillas y empecé a darme cuenta de lo interesante que son; pero
resultó algo curioso, como que allá eran como quitados para el estudio el
detalle y eso me permitió adquirir verdaderas joyas. Además, Panamá tiene una
historia increíble asociada al canal”, apuntó el coleccionista Castro.
La independencia del
vecino del sur, tiene que entenderse en el contexto de esa vía, indispensable
para los Estados Unidos y su política imperialista.
Así, el país del norte
impulsó la independencia panameña de Colombia, que se negó a negociar con el
gobierno estadounidense.
Con el patrocinio
del Tío Sam nacería Panamá, en 1903.
Las estampillas en poder
de Álvaro Castro llevan las leyendas “Colombia” o “Panamá estado soberano de
Colombia.
Sin embargo, la simple
inscripción no basta para concederle valor: hay que saber leer lo que hay más
allá de un nombre.
“Es que hay que entender
toda la historia que está detrás, apuntó Castro.
Si bien inició su acopio
en la nación canalera, el hecho de que Panamá estuviera tan abierto al comercio
–gracias al canal– llevó a Castro por diferentes rutas en su rastreo y
adquisición, pues cartas panameñas iban a parar a Alemania, Suiza, Tailandia,
Finlandia...
“Fui a todo lado. Con el
advenimiento de la Internet, la gente sacaba una carta de una gaveta y decía:
‘Mirá, qué interesante, una carta que viene de Panamá ’. Entonces, la ponía en
Internet: ‘Yo tengo esta carta, ¿a alguien le interesa?’”.
El clic de Álvaro Castro
en la web era el equivalente a la levantar la mano.
Tercia el juez
Bialikiamen (viendo uno de los cinco marcos de la colección): “Estas
estampillas que ustedes ven tienen una historia y están llenas de significados.
En esa “Colección
Panamá” está el sobre rescatado del hundimiento de un barco. Ese hecho le
confiere una rareza, pues existe una historia detrás.
Reitera Juan Reynoso,
juez y comisionado, que no se trata que una estampilla sea vieja para
conferirle rareza. “Esta está relacionada con algún evento que le conceda ese
caracter”.
Va de nuevo
La vida siempre sigue,
aunque se detenga a festejar un momento: el próximo Mundial de Filatelia será
en el 2015, en Singapur.
“Vamos a ver qué podemos
enviar de acá”, agregó Bialikiamen, a quien le puede tocar la comisión de
seleccionar el material filatélico para el certamen venidero.
Álvaro Castro, por su
parte, se permite el símil futbolero para dibujar, con mayor precisión, esta
etapa: “El director técnico está escogiendo quién va a jugar”.
Eso sí, será complicado
que se vuelva a presentar la “Panamá”.
“Con esta ya no. Podría,
pero es que...”. Castro deja la respuesta sin finalizar y Bialikiamen entra a
completar la oración.
“Podría, podría –hay
gente que lo ha hecho–, pero es que no hay nada que agregar... Podría aparecer
algo. Usted no se imagina si en la colección más humilde, aparece algo que a
usted le falta”, aseveró Bialikiamen.
Állvaro Castro,
propietario de la colección, asiente y subraya esas palabras. “Es muy difícil,
no hay nada que agregar”.
En todo caso, como la
vida siempre sigue, es porque no se detiene en un solo punto.
“Álvaro tiene
colecciones de Costa Rica: primera emisión, historia postal... Varias, que hay
que valorar a ver qué es lo que conviene porque vamos a competir con
filatelistas de talla mundial”, agregó Bialikiamen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Comenta este artículo y ayuda a que aprendamos más de la Filatelia!