EMISIONES DEL ESTADO SOBERANO DE PANAMÁ

El Estado Soberano de Panamá, creación del ilustre jurisconsulto Justo Arosemena en 1855, perduró hasta 1888 prácticamente. Hasta 1878, la correspondencia originada en el Istmo era porteada manualmente. Se conocen porteos realizados en administraciones distintas a las ubicadas en el Istmo. Entre 1878 y 1880, se emitieron 4 valores para el correo de este Estado Federal colombiano. Estos valores fueron legalizados mediante el Decreto 37 de 1878, firmado por el General-Gobernador Buenaventura Correoso el 28 de enero de ese año.


Dichas especies postales fueron de uso reglamentario en el Istmo desde el Río Atrato hasta los inexactos límites con Costa Rica. No obstante, se conocen piezas porteadas con estas especies en el Chocó y el Cauca.

Su motivo central era un mapa del Istmo con barcos en ambos mares, lo cual inauguró la temática mapas en la filatelia a nivel mundial. El reverso puede o no tener pegamento, y en caso de tenerlo, ser blanco y/o quebradizo.

Esta primera emisión fue impresa por la Imprenta Paredes Limitada de Santafé de Bogotá mediante el sistema de litografía, esto es, piedras preparadas foto-químicamente. Se usaron varios tipos de papeles, conociéndose hoy, al menos, papel muy grueso casi acartonado, papel grueso, papel normal (como de 102 gramos el metro cuadrado) y delgado.

Poco duraron en circulación estas especies, pues el Gobierno Federal consideró que eran una muestra exagerada de autonomía. Lo triste del caso es que pocos años después, Colombia se convirtió en un gran Estado Federal donde cada Estado Soberano (excepto Panamá) hacía sus propias especies postales.

Como cualquier trabajo de litografía, al hacerse reimpresiones, las placas tenían que ser retocadas para recuperar en algo el frescor de la primera vez. Defectos en los escudos de las esquinas son numerosos.

Se conocen valores bisectados colocados en sobres y sueltas. O sea, ante la ausencia de valores menores para redondear el porte, el franqueo, se recurría a cortar diagonalmente por ejemplo, una de 0.10 de modo que cada mitad equivaliera a 0.05.

Igualmente se conocen unas especies realizadas en papel mal estucado (oscuro por dentro y blanqueado con una capa de yeso mal adherido) que además, son perforadas. No son variedades sino verdaderos engaños para el neófito dado que son burdas falsificaciones.

Somos del parecer que estas primeras emisiones postales en estado nuevo tienen un valor, por supuesto, pero que son tan raras de hallar adheridas al sobre original que esos ejemplares deberían costar al menos el triple que las nuevas. Como quiera que las “reimpresiones retocadas” producen variedades, un buen filatelistas hará un esfuerzo, dentro de su presupuesto disponible, para enriquecer su colección con varias de éstas.

Bienvenida cualquier colaboración o comentarios de este y otros temas.



Vladimir Berrío-Lemm
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Panamá, PANAMÁ
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